lunes, 11 de octubre de 2010

Las TIC como herramientas generadoras de ventajas competitivas (Aplicación para eHealth)


Por Juan Antonio González Martínez (Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, Consultor en Dirección Estratégica. Fusión Comunicación & Estrategia) para Revista eSalud

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A estas alturas de dos mil diez, seguimos sufriendo una crisis económica que, originada por múltiples factores de los cuales se ha hablado extensamente, no ha hecho sino poner de manifiesto la fragilidad del actual modelo económico sustentado en pilares muy inestables.

Las nuevas realidades sociales, tales como la mayor longevidad y el consiguiente envejecimiento de la población así como los cambios de prioridades en lo que se considera esencial y justo para las personas, hace que se pongan de manifiesto y se prevean para un futuro próximo nuevas distribuciones sectoriales del trabajo. Estas irán inevitablemente hacia el incremento en la atención a las personas en sus diferentes manifestaciones, en detrimento de otros aspectos como pueden ser los meramente productivos.

En las últimas décadas hemos presenciado en el mundo del management cómo gestores de distintas organizaciones han predicado la utilización del conocimiento como una fuente real de ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Es lo que en términos empresariales ha dado en llamarse la creación de valor a través de recursos intangibles tales como la información, la comunicación y el intercambio de conocimiento.

Si admitimos la necesidad de gestionar la información como creadora de valor social y económico, surgen algunas preguntas: ¿cómo manejarla a la velocidad adecuada?, ¿cómo aprender de los diferentes actores que nos rodean? y por último, ¿cómo favorecer el desarrollo e integración en el entorno de todo aquello que constituya un beneficio real para las personas?.

Todo esto hace que sea lógico que diferentes analistas acreditados nos hablen de la necesidad de un cambio en el modelo económico que nos ha traído hasta aquí y que se generen nuevos pilares de apoyo que tomen en cuenta las nuevas realidades socio-económicas.

Intentando dar respuesta a cuestiones tan complejas como las anteriores, ha aparecido en escena el sector de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Este sector ha sido considerado como generador de empleos más estables en el largo plazo con dos características: aporta valor en sí mismo y por otro lado, puede hacer más eficientes a los demás sectores productivos. No obstante, su aplicación y desarrollo no está exenta de dificultades, ya que hay que vencer limitaciones relativas a educación, formación, brecha tecnológica así como la superación de viejos estándares de funcionamiento.

Sin embargo, no es opcional. Los nuevos hábitos de vida, la necesidad de universalizar los servicios y la información, llegando a todos los rincones de la sociedad así como el necesario control de los costes de gestión, hacen que la integración paulatina de las TIC en nuestro entorno y actividades diarias sea una necesidad y cada vez a mayor grado, una realidad.

Es preciso identificar el conocimiento que es relevante para la sociedad en cada área y establecer "mecanismos sencillos" que expliciten, estructuren, almacenen y compartan el conocimiento que sea necesario, así como que una vez que sea determinado el mismo, pueda ser reutilizado y priorizado. Sólo así podrá ser aplicado en los diferentes niveles sociales donde pueda generar valor.

Esto ha llevado a los gobiernos a incluir entre sus prioridades planes de fomento de las nuevas tecnologías como ocurre, en el caso español, con el Plan Avanza2 donde, citando literalmente de su Resumen Ejecutivo expuesto en su web oficial, expone:

Avanza es el primer Plan que ha supuesto una verdadera apuesta real del Gobierno y del conjunto de la Sociedad Española por el desarrollo de la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Desde el punto de vista presupuestario, Avanza ha supuesto la dedicación de más de 5.000 millones de euros entre 2005 y 2008 por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información.

Avanza ha logrado que el sector de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (SI) se convierta, como sector estratégico, en motor e impulso del desarrollo de otros sectores. La SI, como elemento necesario en cualquier actividad económica o industrial, tiene un efecto general y horizontal en el conjunto de la economía y constituye un elemento esencial para vertebrar la recuperación económica.

Uno de los principales objetivos del Plan Avanza2 es contribuir a la recuperación económica de nuestro país gracias al uso intensivo y generalizado de las TIC, con una especial atención a los proyectos que compaginen, además, la sostenibilidad y el ahorro energético.

Un campo de particular interés tiene que ver con la aplicación de las nuevas tecnologías en el campo de la salud, lo que se ha dado en llamar la e-salud, es decir, la aplicación de las TIC al campo de la sanidad.

Este sector es particularmente complejo, ya que al ser las personas los destinatarios del servicio médico y preventivo de la salud, a todo lo anteriormente mencionado, se suma el intentar dar la mayor universalidad y cobertura posible a las soluciones y mejoras que a través de la e-salud se apliquen. Y todo ello, sin caer en lo que hasta ahora ha sido habitual en muchos lugares en cuanto a gasto se refiere, lo cual haría inviable económicamente la gestión ante la demanda creciente de recursos limitados.

Está claro que se requiere mucho talento y conocimiento para enfrentarse a la complejidad de este reto, pues se trata de proporcionar servicios que añadan valor y orientados a fomentar la innovación. Eso hace que de alguna manera sea imprescindible unir las fuerzas de los distintos actores para combinar el conocimiento y adquirir habilidades complementarias que ayuden a la optimización de los servicios médicos y de la prevención en la salud a nivel global.

Sin que el camino esté exento de dificultades a superar, la aplicación de las TIC en el campo de la salud, ayudará a viabilizar el sistema mejorando la interconexión entre todas las partes y reduciendo las barreras que las distancias geográficas, la escasez de recursos de diferentes tipos o la falta de información establecen, dando un punto adicional de justicia a las relaciones humanas.

Lógicamente, desde un punto de vista financiero, la mejora de la gestión y la optimización de los recursos deben producir un ahorro de costes. Sin embargo, no olvidamos que cuando hablamos de salud, aflora un aspecto de mucho más calado que el meramente económico y es el que tiene que ver con el beneficio social, el de las personas.

Este objetivo hace que a veces resulte difícil percibir desde un principio cuál es la rentabilidad y el pay-back de las inversiones en e-salud, conceptos que aún debiendo estar presentes en cualquier política de inversiones, encuentran su verdadera razón de ser en la mejora de la relación entre los oferentes de los servicios sanitarios y los pacientes, con las consecuentes mejoras económicas, sociales y personales a medio y largo plazo.

Estas reflexiones quedan recogidas en el Libro Blanco de la Comisión de las Comunidades Europeas "Juntos por la salud", un planteamiento estratégico para la UE (2008-2013). Allí se plantean tres objetivos que deberían impulsar una nueva estrategia en lo relacionado con la salud:

* OBJETIVO 1: Promover la buena salud en una Europa que envejece.
* OBJETIVO 2: Proteger a los ciudadanos frente a las amenazas a la salud.
* OBJETIVO 3: Fomentar sistemas sanitarios dinámicos y nuevas tecnologías.

Este tercer objetivo dice literalmente :

“Los sistemas sanitarios de la UE soportan una presión cada vez mayor frente a los desafíos que plantea el envejecimiento de la población, las crecientes expectativas de los ciudadanos, los flujos migratorios y la movilidad de pacientes y de profesionales sanitarios.

Las nuevas tecnologías pueden revolucionar los sistemas de salud y de atención sanitaria y contribuir a su sostenibilidad futura. La sanidad electrónica, la genómica y las biotecnologías, pueden mejorar la prevención de enfermedades y la prestación de tratamiento y favorecer un cambio de la asistencia hospitalaria hacia la prevención y la atención primaria.

La sanidad electrónica puede ayudar a prestar una atención más centrada en la persona, a disminuir los costes y a favorecer la interoperatividad entre las fronteras nacionales, facilitando la movilidad y la seguridad de los pacientes. Sin embargo, conviene evaluar correctamente las nuevas tecnologías, en particular en relación con aspectos como la rentabilidad y la equidad y tomar en consideración sus implicaciones en cuanto a la formación y a la capacidad de los profesionales. Nuevas tecnologías poco conocidas pueden suscitar preocupaciones de orden ético y es preciso abordar las cuestiones relativas a la confianza y la certidumbre de los ciudadanos.”

Todo lo anterior, nos hace reflexionar en que la aplicación de las TIC en el campo de la salud no puede ser resumido en una sola actuación sobre un campo concreto. Más bien, sus diferentes aplicaciones originan diferentes niveles de tratamiento, que aunque conectados entre sí, deben tener estrategias diferentes que a su vez, generarán valor en aspectos diferentes.

Un primer aspecto tiene que ver con lo que anteriormente hemos comentado, a saber, que una consecuencia obvia de la aplicación de las TIC debe ser la eficiencia interna en procesos y procedimientos, para mejorar la gestión del coste interno. Esto debe conllevar que la prestación que se añade tenga un efecto menos que proporcional en el coste que genera, permitiendo así la viabilidad económica del sistema.

Un segundo aspecto tiene que ver con el papel clave que desempeñan las TIC en generar y compartir información. ¿Significa eso que se cubre el objetivo sencillamente recopilando todo el conocimiento que podamos? El factor importante en este tema es que el conocimiento añada valor a sus posibles usuarios.

Parece evidente que no es suficiente con generar conocimiento, hacerlo disponible y esperar entonces a que se produzcan los mejores efectos. El conocimiento que añade valor es el que llega a ser diferente de la información casual y el que debido a su orientación y tratamiento, puede ser aplicado como una posible solución y mejora. Obviamente, esto no sería viable sin las herramientas posibilitadoras de la interconexión entre todos los interesados. Aquí las TIC se convierten en el medio y no en el fin.

Una última reflexión tiene que ver con la necesidad, como en tantos otros campos, de que lo que realmente aporten las TIC en el campo de la e-salud, sea un valor percibido realmente como mejora en toda la cadena de prestación de servicios, incluido por el propio ciudadano, quien al final se convierte en el destinatario final. Lo cierto es que lo que no es fácilmente percibido puede ser difícilmente valorado.

Este valor percibido dependerá de la correcta adecuación de las necesidades reales, debidamente priorizadas, con las soluciones aportadas así como con su necesaria y correcta comunicación a todas las partes implicadas. En suma, lo que se ha dado en llamar una gestión estratégica del conocimiento.

Todas estas utilidades generadas a través de la creciente implantación de las TIC al campo de la salud, si están bien alineadas con las nuevas necesidades estratégicas, se convertirán en ventajas competitivas sostenibles, tanto para el sector público como privado, permitiendo la viabilidad económica de su aplicación. Como consecuencia, estas ventajas competitivas resultantes podrán atraer financiación y los recursos necesarios de todo tipo que permitan conseguir lo que es la prioridad y centro de la cuestión: la mejor atención sanitaria posible a las personas, allá donde estén.

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