viernes, 17 de diciembre de 2010

Las tiendas de aplicaciones ¿un camino a seguir en Linux?

Una de las modas de esta era móvil son las tiendas de aplicaciones, comenzando por la App Store y siguiendo con Android Market, se han convertido en todo un éxito comercial, y aunque en GNU/Linux han existido desde siempre instaladores centralizados de aplicaciones, parece que hasta antes de la llegada de Ubuntu Software Center nadie se había tomado en serio la posibilidad de generar un negocio con ellas.

Si bien el concepto de Software Libre no excluye la comercialización del mismo, por lo general éste siempre ha sido gratuito salvo algunas excepciones y ediciones especiales, como las versiones Enterprise de algunas distros y una que otra aplicación. El mismo Ubuntu dice ser un Software que siempre será libre y gratuito.

Sin embargo el debate se abre en el momento que se comienza a apostar por una mayor cantidad de usuarios…y de ingresos.

El truco es simple, tienda de aplicaciones = ingresos para desarrolladores, desarrolladores con ingresos = más aplicaciones, más aplicaciones = más usuarios, o mas o menos así, el asunto es que se forma un círculo vicioso entre la cantidad de aplicaciones, usuarios y por supuesto dinero, una formula que ha resultado ser la verdadera gallina de los huevos de oro de Apple y que ya tienta a Microsoft para su futura versión de Windows.

En tanto, Canonical ha dado curso lentamente (y tímidamente si cabe decirlo) a lo que sería la primera tienda oficial de aplicaciones en una distribución Linux, el Centro de Software de Ubuntu ya contiene algunos codecs, aplicaciones y juegos como World of Goo que son de pago. Si bien no hay nada vitalmente importante que sea de pago por ahora, uno ya se comienza a preguntar las dimensiones que podría tomar esto.

Lo cierto es que el software atrae gente, atrae al público y genera dinero.

Lamentablemente el negocio de la venta de licencias de software deja al código abierto y al Software Libre especialmente, con un sector poco amable del mercado en términos económicos, y es una realidad que ya ha pasado la cuenta a varias empresas y proyectos, que muchas veces han tenido que ponerse en venta o requerir de financiamiento especial.

De ahí que pensar en una tienda de aplicaciones no sea tan descabellado y se presente como una buena oportunidad de generar ingresos (y que se podría estar dejando pasar), tenemos Software Libre y Open Source de gran calidad que no reciben un duro y un buen sistema de pagos podría equilibrar más las cosas y de paso atraer desarrolladores y usuarios, pero eso hay que sopesarlo con el riesgo de que el ecosistema de aplicaciones se contamine con los vicios que genera el mercantilismo.

Otra solución a esto que vi en una oportunidad, es la posibilidad de que toda aplicación pueda recibir una donación voluntaria fácilmente a través del instalador de aplicaciones del sistema, de esa forma se fomentaría el uso de donativos. Sea como sea, los pagos en línea presentados de forma sencilla e integrada podrían ser una buena alternativa a la hora de rentabilizar el código abierto.

Dentro de todo esto, Canonical ha sido inteligente al incluir un instalador que sirve como tienda, integrando así un sistema de probado éxito comercial y además adelantándose a otras plataformas de escritorio que también están apuntando a tener una tienda de aplicaciones, pero sería lamentable que fuera el único entre las distros, inclinando la balanza en Linux por un asunto de negocios.

Como digo, hay bastante envuelto en este cambio, pero es un cambio que ya se esta produciendo y que probablemente generará un nuevo punto de inflexión en la historia del Software Libre y el Open Source, es cierto, quizá falta algo de tiempo para ver esto, pero es un tema que se volverá ineludible de considerar por muchos proyectos, en especial a medida que se vaya desequilibrando la balanza de ingresos entre quienes integren este concepto y quienes no.

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