viernes, 10 de diciembre de 2010

Ultrasonido portátil podría ser el primero capaz de conectarse directamente al teléfono móvil y redes Wi-Fi

Hace dos años, los ingenieros informáticos en la Universidad Washington de St. Louis crearon un prototipo que logró llevar la toma de imágenes por ultrasonido hasta un nuevo nivel de movilidad y conectividad, conectando una sonda de ultrasonido a un teléfono inteligente. En la actualidad, una nueva startup se encuentra a la espera de la autorización por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para comenzar a vender el dispositivo el próximo año.

Un dispositivo como este podría ser útil para los servicios de emergencia, que podrían escanear a una persona herida para detectar una hemorragia interna o cualquier otro trauma, e inmediatamente enviar una imagen al hospital para que los médicos pudieran estar mejor preparados ante la llegada del paciente. O, también, una enfermera que visitase la casa de una mujer embarazada podría pedir a un especialista ubicado en otro lugar su opinión sobre anomalías en la exploración.

La compañía, Mobisante, fue cofundada por David Zar (uno de los desarrolladores del prototipo) y Sailesh Chutani, ex jefe de investigación externa de Microsoft. Durante su estancia en Microsoft, el grupo de Chutani proporcionó una subvención de tecnología sanitaria móvil a Zar y su colega, lo que les permitió diseñar su prototipo de ultrasonido para teléfonos inteligentes.

Sin embargo, ese respaldo de Microsoft no se extiende a Mobisante. La startup, que tiene su sede en Redmond, Washington, está en conversaciones con inversores de capital de riesgo, aunque hasta ahora ha sido auto-financiada en un 40 por ciento y financiada en el 60 por ciento restante por clientes potenciales, tales como clínicas comunitarias, afirma Chutani, quien se negó a revelar la cantidad recaudada. (Muchas clínicas comunitarias no tienen presupuesto para una máquina de ultrasonido estándar, que pueden costar más de 50.000 dólares.)

No obstante, Mobisante no ha finalizado el precio de su dispositivo, aunque Chutani planea vender varias versiones del mismo, con sondas a diferentes frecuencias para distintas aplicaciones médicas. Dependiendo de los componentes incluidos, el precio puede variar desde los 5.000 a los 10.000 dólares inicialmente y bajar a la mitad en los próximos tres años, señala Mobisante.

Durante los últimos dos meses, la compañía ha proporcionado el dispositivo a los usuarios beta en nueve lugares de EE.UU.. Oliver Aalami, cirujano vascular en el Valley Medical Center de Renton, Washington, es uno de los usuarios que están poniendo a prueba el sistema. Está usando el dispositivo de Mobisante para guiar la colocación de vías centrales, unos catéteres de gran calibre utilizados en las venas. Lo lleva en el bolsillo de la chaqueta de laboratorio o de su maletín, lo que resulta mucho más cómodo que el aparato de ultrasonido de su centro médico, ubicado en un carrito en la sala de operaciones. "Para utilizar la máquina, tengo sacarla fuera de la sala de operaciones, y luego tomar el ascensor cuatro pisos hasta la UCI", señala.

Con el dispositivo de Mobisante, puede dirigirse directamente a la habitación del paciente para un ultrasonido, y no tiene que reordenar los muebles para llegar a la cabecera del paciente. "Cuando estás en una habitación estrecha, no siempre se puede meter una máquina de ultrasonido sin tener que sacar sillas y mover la cama", afirma. Su dispositivo beta no está conectado a una red, por lo que Aalami no ha probado esa capacidad todavía. Sin embargo afirma que el diseño ultra-portátil es atractivo en sí mismo: "Me ahorra tiempo y me permite preocuparme por otras cosas. Puedo centrarme en el resto de mi práctica".

El dispositivo de Mobisante usa el teléfono inteligente Toshiba TG01 y una sonda de ultrasonido fabricada por Interson. La sonda es una versión modificada de la sonda de ultrasonido Interson que se conecta a un puerto USB del ordenador portátil. Zar y un colega de la Universidad de Washington diseñaron la sonda hace varios años y ofrecen la licencia a la compañía. En conjunto, el teléfono y la sonda pesan cerca de 13 onzas.

El nuevo dispositivo no sería el único aparato de ultrasonido portátil en el mercado. Varios otros equipos ya han recibido la aprobación de la FDA, incluyendo el Vscan de GE y el Siemens Acuson P10. Algunos de los dispositivos existentes muestran imágenes con un código de colores, con lo que se puede mostrar el flujo sanguíneo; el dispositivo de Mobisante muestra imágenes en blanco y negro. También está la cuestión de cómo se compararán los precios de Mobisante con los de los competidores—GE afirma que su dispositivo Vscan cuesta 7.900 dólares.

Lo que hace interesante el dispositivo de Mobisante es que se puede conectar directamente a una red celular o Wi-Fi, lo que permite al usuario enviar imágenes con sólo pulsar un botón. Los dispositivos portátiles de ultrasonido en la actualidad en el mercado no pueden enviar imágenes por e-mail directamente—el usuario debe transferirlas a un PC en primer lugar, ya sea con una estación de acoplamiento o sacando la tarjeta de memoria del dispositivo.

Tener incluído este tipo de conectividad no es la única ventaja de un sistema basado en el teléfono inteligente, asegura Chutani. Mientras que otros fabricantes de aparatos de ultrasonidos de mano están supeditados a un tipo de hardware hecho a medida, Mobisante espera reducir sus costes a medida que la tecnología de teléfonos inteligentes siga mejorando. "Se están gastando miles de millones de dólares para hacer que la plataforma sea más potente, así que tiene sentido aprovecharse de esa inversión en lugar de tratar de replicarla", explica Chutani.

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