viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Banco, cochinito o debajo del colchón?

Por José S. Pérez Lara

¿La entrada de nuevos bancos al sistema financiero generará mayores tasas de interés, y por lo tanto más ahorro en los mexicanos?

Hace tiempo vi en la televisión un comercial que me pareció inusual, ahora Wal-Mart de México tendría su propio banco. Me surgió una duda: ¿Por qué un supermercado tendría la necesidad de crear su propio banco? Pero la verdadera serie de dudas fueron: ¿Esto hará más competitivos (1) a los bancos? ¿Más bancos generarán más ahorro en los mexicanos?¿La gente ahorrará más si se les ofrece un mejor rendimiento?

Me llamó aún más la atención porque hace tiempo había leído en un periódico que cerca del 50% de los mexicanos tienen acceso a servicios financieros. Ahora, al tener más intermediarios financieros, uno esperaría que los servicios ofrecidos, y su calidad, aumenten.  El tema se me hace relevante ya que tener un sistema financiero saludable y competitivo trae consigo muchas ventajas, tanto para las personas como para el mismo gobierno. Esto es sinónimo de estabilidad y seguridad ante los demás países, y al tener una regulación pertinente, ayuda e incentiva el crecimiento económico por medio de la inversión.

Un estudio (Claessens & Laeven 2003) (2) muestra que al aumentar las restricciones de entrada al sistema bancario trae consigo una menor competitividad, como restringir entrada a bancos internacionales. Lo que es curioso de esta investigación es que el número de bancos no es relevante –a pesar de ser significativo- dentro de la competitividad del sistema bancario, por lo que incluir más bancos no haría gran diferencia. Aún así, la evidencia empírica que se muestra en otras industrias es que sí hay mejoría en las mismas al haber un mayor número de empresas.

¿Y entonces, esto de la competencia por qué es relevante? Para empezar, lo que se busca es que con estos nuevos bancos, como Banco Azteca, Banco Famsa, entre otros, se ofrecerá una mayor tasa de rendimiento que los bancos tradicionales, como Banamex y BBVA Bancomer. Por lo tanto generará dentro del sistema bancario una tendencia a aumentar estas tasas de rendimiento, siempre y cuando el impacto de estos nuevos bancos sea suficientemente grande. Y ya que las tasas serán mayores, la gente ahorrará más.

¿Y por qué estos nuevos bancos darán un mayor rendimiento? Porque éstos tienen que ofrecer algo más de lo que brindan los bancos que ya existen y que, a lo largo del tiempo, se han ganado la credibilidad y confianza del público. ¿Y por qué dar más rendimiento y no más servicios? Lo que están haciendo tanto Banco Wal-Mart, como Famsa y Azteca, es darte la oportunidad de crédito y ahorro con la comodidad y conveniencia que otorgan las sucursales de las tiendas que tienen. Entonces lo que pasa es que brindan un servicio “integral” de compra, crédito y ahorro en el mismo lugar con los horarios de un supermercado o tienda departamental, en contraste con los bancos más grandes que ofrecen una familia de servicios financieros, como chequeras, extensión de crédito y rendimiento. Luego una forma de poder competir con estos, para captar al público común de los bancos tradicionales, es darles un mayor rendimiento del ofrecido por las otras instituciones bancarias.

Para hacer un análisis descriptivo, se me hizo pertinente escoger los bancos más grandes del país, y los “nuevos” bancos más populares, con las características anteriormente mencionadas. Para esto me basé en porcentaje de captación por cada institución, con información obtenida en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) (3) y en Banco de México (Banxico) (4). Lo que arrojaron los datos fue algo interesante: cada día, más gente pone su dinero en los bancos. Estos nuevos bancos, como Ve por Más, Banco Famsa y Banco Azteca han aumentado su captación en un porcentaje mayor que Bancomer y Banamex, incluso Banco Azteca se ha posicionado en los primeros 10 bancos de México.

Las tasas de interés son información que las instituciones bancarias mencionadas no hacen públicas. Para obtenerlas por medio de la CNBV, tienes que llenar un formato para pedir dicha información, y es a su criterio el decidir si te la entregan o no. Por la falta de información se tomó el costo de depósitos, a vista y a plazos, como un sustituto a la tasa de interés. Y efectivamente, se comprobó que tanto Banco Azteca como Banco Famsa, tienen mayores tasas de interés activas y pasivas que BBVA Bancomer, Banamex y HSBC. Ahora, esto se puede comprobar con datos publicados diariamente en el periódico El Financiero, ya que el rendimiento que ofrecen por ahorrar estos nuevos bancos está entre 0.7% y 1% arriba de los otros bancos.

Queda claro que sí hay más gente metiendo su dinero al sistema bancario. Lo que no queda claro y no se puede investigar más a fondo –por falta de información- es la sustitución de un banco por otro y el impacto que tienen estos nuevos bancos en los tradicionales. De tener toda la información se podría hacer un análisis econométrico para obtener estos datos.

Ahora, a lo que se llegó es que la gente sí tiene su dinero en el banco. Pero el tener el dinero en el banco no quiere decir que esté ahorrando. Si bien se consiguieron datos de montos por tipos de cuentas en cada una de las instituciones mencionadas -únicamente para el segundo trimestre del 2011-, lo que muestran es completamente lo contrario a lo que se buscaba explicar.

“¿Cómo? ¿La gente en México no ahorra?” Esto no es nada nuevo. Según los datos de la CNBV los montos en cuentas de ahorro de Banamex, BBVA Bancomer, y HSBC, en promedio varían entre el 13% y el 16% del monto de captación que tienen del público. Ni se diga de Banco Wal-Mart, Banco Famsa, y Banco Azteca, que en promedio tenían un monto de CERO en cuentas de ahorro. Esto se puede explicar por el hecho de ser instituciones nuevas y que mucha gente no esté familiarizada con la marca o que no le tenga confianza, además de la idea generalizada de que en México la gente no ahorra.

¿Y todo el otro dinero en dónde está? La mayoría en cuentas transaccionales, es decir, tarjetas de débito que no generar intereses, y cuentas de nómina. La otra pequeña parte está en cuentas maestras que sí generan intereses. Como mencionaba antes, el hecho de tener el dinero en el banco no significa que la gente esté ahorrando. Ahora, tampoco hay que ser pesimistas por este hecho, lo bueno es que al parecer el país sí tiene una cultura bursátil y a pesar de que no usen el banco como medio de ahorro, si lo usan con fines transaccionales. Y ha tenido tanto impacto el uso de tarjetas de débito en el país que ahora los taxis tienen terminal electrónica para realizar tu pago. Incluso una miscelánea en Coyuca de Benítez, Guerrero, en un lugar perdido en la Sierra Madre del Sur, también tiene terminal.

¿Y por qué no se ahorra en bancos? No hay una razón concreta por la que no se ahorre en los bancos, ya que hay muchas opiniones. Una de ellas es que el salario promedio de los mexicanos no genera lo suficiente como para abrir una cuenta exclusiva al ahorro, ya que el dinero en estas cuentas no se puede tocar hasta después de cierto tiempo. Otra razón es porque la gente no tiene confianza en los bancos, ya que han tenido malas experiencias o por miedo a perder su dinero.

 Y al final, una última razón es porque uno ahorra esperando que en un futuro, con los intereses generados, pueda consumir más de lo que se pudo consumir hoy. Y el gran problema en México es que la mayoría de las veces la tasa de rendimiento es igual a la tasa de inflación. Es decir, si hoy ahorro $100 con una tasa de rendimiento de 3.5% anual, el 30 de noviembre del 2012 tendré 103.5 pesos, y si hoy un kilo de Rib Eye cuesta 100, con una inflación de alrededor del 4%, según Banxico, en un año costará 104 pesos, y con lo ahorrado todavía me faltarán 50 centavos para poder comprarlo. Entonces, el problema es que la tasa real de interés (tasa nominal dada por bancos menos el efecto inflacionario) ha llegado a ser de cero y en algunos casos negativa. Y si además le restamos comisiones que cobran los bancos, el incentivo a ahorrar es nulo.

Creo que anteriormente me precipité al decir que la gente en México no ahorraba, ya que investigando aún más en el tema, descubrí que sí se ahorra en el país. El problema es que, como muchas cosas, se hace por medio de la informalidad, es decir, por fuera de instituciones financieras. Por medio de una encuesta (5) realizada por Seguros Monterrey y publicada en su revista Contigo, 4 de cada 10 mexicanos ahorra parte de su ingreso mensual, y 1 de cada 3 mexicanos participa en una tanda.

La tanda, a pesar de ser la manera más primitiva del ahorro en México, sigue siendo la más popular. El esquema de ahorro dentro de la familia o conocidos, en donde se ve qué se hace con el dinero y genera –según dicen- intereses mayores que en el banco, crea en el ahorrador un estímulo y confianza. Tan importante y popular es la tanda que varios bancos y microfinancieras usan este esquema para generar la cultura del ahorro en el país. Es tan conocida, efectiva y popular, que la misma CONDUSEF (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros) la tiene catalogada como un método de ahorro (6).

¿Y si no hubieran aumentado la tasa de interés de los “nuevos” bancos? Ahorremos o no ahorremos, es probable que no haya habido ningún cambio, ya que la evidencia indica que solamente se han creado cuentas transaccionales y no de ahorro. Ahora, si tuviera todos los datos como tasa de interés y montos de captación históricos, sería más fácil llegar a una respuesta basándome en resultados econométricos. Haría una regresión para la captación de cada banco tradicional, que dependa de su tasa de rendimiento, cantidad de servicios ofrecidos, y agregando como variables binarias la captación de Banco Azteca, Banco Famsa, y sus tasas de rendimiento. Así podría saber el efecto de la inclusión de estos nuevos bancos sobre los bancos tradicionales. Sin embargo, sería difícil saber qué pasa con el ahorro.

¿Y qué hubiera pasado si la gente sí ahorrara? Simplemente se llegaría a la conclusión que las personas tienen bien inculcadas y entrañadas las ideas de un “homo economicus.” Además se daría por sentado que se tiene una cultura bursátil desarrollada,  y actuamos con racionalidad, a tal grado que respondemos de inmediato a los cambios en el mercado. Así se fomentaría aún más el ahorro y la competencia en los bancos por ofrecer un mejor rendimiento.

Luego, ¿qué está pasando? ¿Sí o no? Pues sí y no. Para explicarme mejor debo aclarar que gracias a estos nuevos bancos, la captación de dinero del público ha aumentado. Es decir, la gente sí está haciendo uso de estos intermediarios financieros. Al parecer sí hubo un efecto de “crowding in” –aunque no fue tanto el “crowd”- con estas nuevas instituciones. Aunque por otra parte no, la gente no está ahorrando en bancos, ni más ni menos que antes. Pero esto no quiere decir que en México no se ahorre, sino que se ahorra por un medio informal. Las tandas, cajas familiares, bolsas de ahorro, etc., son populares dentro de la cultura mexicana. Son eficientes, tanto, que como mencioné antes, son el método favorito de un tercio de los mexicanos.

El problema es que la gente no está metiendo su dinero en el banco para ahorrar, y no hay un método de contabilizar el ahorro informal. Por eso se cree que en México la gente no ahorra. Las instituciones bancarias son buenas, confiables, y están mejorando sus servicios. El dilema al que enfrentan las instituciones bancarias, tanto tradicionales como nuevas, es que a pesar de brindar éstos, la gente no los está aprovechando.





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NOTAS


1 Se entiende competencia como la capacidad de una industria o empresa para producir bienes con patrones de calidad específicos, utilizando más eficientemente recursos que empresas o industrias semejantes en el resto del mundo durante un cierto período de tiempo (Haguenauer, 1990).

2 “What Drives Bank Competition? Some International Evidence”,  Stijn Claessens & Luc Laeven . Journal of Money, Credit and Banking. Vol. 36, No. 3 pp 563-583

3 http://www.cnbv.gob.mx/Bancos/Paginas/informacionestadistica.aspx

4 http://www.banxico.org.mx/estadisticas/estadisticas-.html 


5 http://www.monterrey-newyorklife.com.mx/static_files/SMNYL/Publico%20-%20SMNYL/MantenteInformado/RevistaContigo/contigo%203.pdf

6 http://www.condusef.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=642&Itemid=80

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BIBLIOGRAFÍA

Journal of Money, Credit and Banking. Vol. 36, No. 3 pp 563-583
“What Drives Bank Competition? Some International Evidence”,  Stijn Claessens & Luc Laeven

Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)
http://www.cnbv.gob.mx/Bancos/Paginas/informacionestadistica.aspx

Banco de México (Banxico)
http://www.banxico.org.mx/estadisticas/estadisticas-.html

Seguros Monterrey – New York Lifehttp://www.monterrey-newyorklife.com.mx/static_files/SMNYL/Publico%20-%20SMNYL/MantenteInformado/RevistaContigo/contigo%203.pdf

Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF)http://www.condusef.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=642&Itemid=80

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