miércoles, 25 de enero de 2012

Pese a la crisis, Bill Gates pide más dinero para los programas de salud en países pobres

BRUSELAS—Bill Gates, el segundo hombre más rico del mundo, quiere más dinero.
El cofundador y ex presidente ejecutivo de Microsoft Corp., ahora convertido en filántropo, no quiere el dinero para sí mismo. En cambio, a medida que la crisis económica mundial comienza su quinto año, Gates teme que los gobiernos agobiados por las deudas reduzcan su apoyo financiero a programas de salud en países en desarrollo.
Agence France-Presse/Getty Images
"No veo que vayamos a recibir el mismo tipo de incremento [en las ayudas] que tuvimos de 2000 a 2010; eso no es realista", expresó Gates el lunes, en una entrevista en esta ciudad. "La pregunta ahora es si podremos mantener un aumento modesto para que la gente que, por ejemplo, necesita medicamentos contra el sida, tenga la posibilidad de recibirlos", añadió.
Hoy, Gates participará en el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, donde tiene previsto exhortar a los donantes acaudalados —en especial los gobiernos— para que sigan financiando una serie de proyectos clave en el mundo en desarrollo, desde medicamentos contra la tuberculosis y mosquiteros para camas contra la malaria hasta vacunas y cuidados para mujeres embarazadas.
Estos son tiempos difíciles para la ayuda sanitaria global. Los años de auge tuvieron lugar entre 2002 y 2008, cuando el gasto total batía un nuevo récord cada año, según una investigación realizada en el Instituto para la Métrica y Evaluación en la Salud de la Universidad de Washington en Seattle.
A pesar de que la crisis golpeó en 2007, no tuvo un efecto inmediato: la financiación total de la salud mundial subió 17% entre 2007 y 2008, por ejemplo. Sin embargo, el nivel del incremento anual cayó a 4% entre 2009 y 2011, según estimaciones preliminares realizadas por el instituto y publicadas recientemente en la revista Health Affairs.
"Ha sido muy difícil para los políticos convencer a sus electores para que aumenten el monto de dinero que conceden a los países pobres", señala Katherine Leach-Kemon, del instituto de Seattle y coautora del estudio. Calcula que el gasto de todos los donantes en causas relacionadas con la ayuda sanitaria a países en desarrollo ascendió a US$28.000 millones en 2011. Los aportes al desarrollo de las agencias de Naciones Unidas cayeron ligeramente entre 2010 y 2011. El crecimiento en esa clase de gastos de entidades financiadas por el gobierno también declinaron a 4%, en parte un reflejo de la reducción de las contribuciones del gobierno estadounidense.
Pero no todos los países se han apretado el cinturón. Mientras que Italia ha realizado considerables recortes recientemente, Gran Bretaña todavía prevé cumplir con sus compromisos originales, señaló Gates.
Un ejemplo del potencial que tienen estos programas que da ánimos a Gates es la lucha por la vacuna contra la polio en India, donde no se ha registrado ni un solo caso en los últimos 12 meses. No hace mucho, el país de 1.200 millones de habitantes era considerado el epicentro de la enfermedad y uno de los mayores obstáculos para erradicarla.
En todo el mundo, el número de casos de polio se redujo de un estimado de 350.000 en 1998 a 1.349 en 2010, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como resultado, "ha habido en la última década más de tres millones de niños que no han quedado lisiados por la enfermedad", sostiene Gates, cuya fundación paga cerca de una quinta parte de los US$1.000 millones anuales que cuestan las vacunas contra la polio en todo el mundo.
Los recortes en el gasto de la salud mundial podrían afectar los programas enfocados en el sida, especialmente en África. El costo de un programa que proporciona medicamentos contra esta enfermedad ha caído a US$300 por paciente por año, según Gates. Pero a diferencia del caso de la malaria o la tuberculosis, los medicamentos contra el sida deben ser proporcionados durante el resto de la vida del paciente.
En los últimos meses, Gates se ha esforzado por persuadir a otros multimillonarios a donar la mayor parte de su riqueza en vida o en su testamento. En la última carta anual sobre las actividades de su fundación, señala que hasta el momento se han sumado 69 personas. Uno de ellos es Mark Zuckerberg, el cofundador de Facebook.
La Fundación Gates, cuyas arcas incluyen hasta el momento contribuciones de más de US$9.500 millones de parte de Warren Buffet, ha concedido desde su creación en 1994 donaciones por US$26.190 millones.

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