martes, 10 de julio de 2012

Wallaby combina tus tarjetas de crédito en una única tarjeta “inteligente”


Wallaby es una 'start-up' de pagos que promete aligerarte la cartera (en el buen sentido) y hacer engordar tus cuentas de puntos.

Muchos poseemos varias tarjetas de crédito que ofrecen determinadas ventajas si las usamos para hacer pagos, por ejemplo puntos para comprar vuelos o estancias en hoteles. Sin embargo, con tantas opciones a veces cuesta saber qué tarjeta conviene usar. Matthew Goldman quiere conseguir que sea más fácil.
Goldman es el fundador y director general de Wallaby Financial, una start-up de pagos que, por una cuota anual, puede conectar todas tus tarjetas de crédito en una única lámina de plástico. La empresa apuesta por que mejorar el sistema actual de tarjetas de crédito será más fácil y atractivo para la gente que las nuevas tecnologías de pago, incluyendo las que dependen de chips de comunicación inalámbrica de corto alcance y alta frecuencia (conocida como NFC, sus siglas en inglés) en los teléfonos.
Solo tienes que proporcionar a Wallaby información sobre tus tarjetas de crédito y la empresa te envía una tarjeta nueva que puedes llevar en lugar de todas las demás. Cuando usas la tarjeta Wallaby para pagar un vestido o unas entradas de cine por ejemplo, el servicio usa algoritmos para decidir cuál de tus tarjetas asociadas usar para hacer el pago. Para tomar esta decisión tiene en cuenta varios factores, incluyendo qué tarjetas tienes, tus preferencias personales y qué tarjeta te dará más beneficios en esa transacción concreta.
Después de un periodo de prueba gratuito de seis meses, el servicio cuesta 50 dólares (unos 40 euros) al año. Goldman cree que el precio justifica el servicio: hacer adelgazar tu cartera y engordar tus cuentas de puntos. “Creemos que conseguiremos que la gente se ahorre esa cantidad y más”, afirma.
Goldman, que pasó varios años trabajando como gestor de producto para la empresa de tarjetas de débito prepago Green Dot, explica que la idea de Wallaby lleva años cociéndose. Antes de trabajar en Green Dot trabajaba como consultor, pasaba mucho tiempo de viaje y reunía muchos puntos de tarjetas de crédito. Un día, al echar gasolina apareció un anuncio en el surtidor que le informaba de que si hubiera usado otra tarjeta para pagar –una que llevaba en la cartera pero no se le había ocurrido usar- hubiera conseguido una devolución en metálico del 5 por ciento.
Goldman se cabreó, pero también se sintió inspirado. ¿Por qué, pensó, debería tener que pensar el consumidor qué tarjeta es mejor para cada transacción? En enero empezó a trabajar sobre la idea a tiempo completo, con financiación de MuckerLab, un acelerador destart-ups con sede en Los Ángeles (EE.UU.).
La tarjeta Wallaby la emite un banco asociado con la empresa, pero no es una nueva línea de crédito y los usuarios tendrán que seguir pagando las cuotas anuales y las facturas de todas sus tarjetas. El servicio funciona con cualquiera de las principales tarjetas de crédito, pero durante la fase beta, que está previsto que dure hasta principios del año que viene, no funcionará con las tarjetas particulares de las tiendas.
Goldman se enfrenta a mucha competencia en el frente de empresas dedicadas a aligerar el peso de nuestras carteras, incluyendo PayPal, que permite a los consumidores hacer compras en tiendas con su número  incluyendo a PayPal, que deja aen las tiendas con su nspuesto a aligerar el peso de la cartera, incluyendo a PayPal, que deja ade teléfono y un número PIN. Y Google, cuyo Google Wallet usa NFC para que los clientes puedan tocar lectores especiales para pagar con algunos teléfonos inteligentes. También hay una iniciativa de pagos digitales denominada Isis puesta en marcha por tres de los más importantes operadores móviles que usa NFC.
Wallaby no es la primera empresa que pone en marcha una tarjeta multifuncional. ¿Por qué las demás no han tenido éxito? Karen Webster, directora general de la consultora Market Platform Dynamics y asesora de un competidor de Wallaby llamado iCahe –que ofrece una tarjeta de crédito regrabable- sostiene que aunque parezca ineficiente, llevar muchas tarjetas distintas ayuda a los consumidores a controlar su gasto. Es porque el acto de tener que escoger físicamente una tarjeta nos hace más conscientes de lo que estamos haciendo. Webster afirma que, para los consumidores, confiar en que una sola tarjeta sea lo suficientemente inteligente como para hacerlo por ellos es dar un gran paso.
Goldman afirma que el software inteligente de Wallaby estará a la altura de las circunstancias y que el uso de la tarjeta se extenderá antes que las nuevas tecnologías de pago. La tarjeta de Wallaby funciona con los terminales de pago ya existentes, así que los comerciantes no tienen que hacer nada especial para empezar a aceptarla. “Ahora mismo, el plástico funciona”, afirma. “La gente sabe usar sus tarjetas de crédito”.
Copyright Technology Review 2012.

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