lunes, 24 de junio de 2013

Dígalo con 'calcomanías', el nuevo eslabón de la comunicación

Los mensajes de texto no son suficientes para comunicar los pensamientos y las emociones.
Cuando Tanya Sichynsky quiere decirles a sus amigos que está cansada, la universitaria de 19 años ya no envía mensajes de texto. Desde su teléfono inteligente, envía una imagen de un conejito de caricatura con sueño y sosteniendo una taza de café con una carita sonriente.
Willa, una calcomanía de la red social Path.
Cuando Kylin Brown arruina la cena, la madre de 23 años usa su teléfono inteligente para enviarle a su madre una pequeña caricatura de una niña que huye de un horno en llamas. "Apenas usamos palabras, excepto cuando hablamos por teléfono", indica Brown.
Estas bonitas herramientas de comunicación son "calcomanías", en la jerga tecnológica: pequeñas imágenes tipo caricatura que los usuarios envían en lugar de texto. La gente ahora puede evitar comunicar emociones complejas por escrito, ya que puede expresarse con imágenes de perritos con ojos de cordero o conejos flatulentos.
El uso de las calcomanías explotó primero en Japón y ahora se ha extendido a Estados Unidos. Un importante proveedor, una aplicación de mensajería para teléfonos inteligentes llamada Line de NHN Corp., 035420.SE -1.45% de Corea del Sur, señala que procesa más de 700 millones de calcomanías diarias, desde 250 millones en abril.
Las calcomanías están ganando seguidores entre los líderes de Silicon Valley. Cuando Mark Zuckerberg, el cofundador de Facebook Inc., FB -3.26% quiere expresar aprobación por un proyecto, envía un ícono especial azul de un pulgar hacia arriba, dicen personas que conocen sus hábitos de comunicación.
La tendencia desató una competencia de calcomanías. Startups como Path Inc., una red social de San Francisco, compiten con los gigantes de Silicon Valley para generar arsenales de calcomanías. En marzo, Path estrenó su primera tanda: junto a Willa, una pícara uómbat, ofrece a Pepper, un panda rojo con cachetes color crema, y el Gato Charlie, al que le gustan los tulipanes y el vino.
"Una calcomanía vale más que mil palabras", dice Dave Morin, presidente ejecutivo de Path, que cobra US$1,99 por paquetes de unas dos decenas de calcomanías.
Facebook sacó sus propias calcomanías, incluyendo a Pusheen, un gato que a veces se viste de unicornio, y Napoli, un cono de helado emocional con brazos y piernas. En una calcomanía, Napoli se esconde en una taza, luciendo anteojos.
Las calcomanías se conjugan con la afinidad humana por los íconos, dice Dacher Keltner, un profesor de psicología de la Universidad de California en Berkeley que ayudó a Facebook a desarrollar calcomanías. "Somos una especie súper icónica", expresa. "La comunicación textual es serial pero la comunicación humana es paralela".
En el mundo de las calcomanías, lo lindo se toma en serio. Line organiza grupos de prueba en distintos países para medir la lindura de las calcomanías y les entrega encuestas detalladas a los participantes. Facebook realizó varios borradores de Hatch, un monstruo regordete, para demostrar adecuadamente el enojo y la vergüenza, dice Aaron Goldsmid, un gerente de proyectos de la red social.
No sorprende que la comunicación digital se haya vuelto más visual con las calcomanías, dice Naomi Baron, profesora de lingüística en la Universidad American, pues la cultura popular se ha vuelto más visual.
Brown, que le envía calcomanías a su madre desde Indianápolis, dijo que las calcomanías eran una solución para los "mensajes de texto aburridos" y una forma de agregar calidez. "La gente malinterpretaba mucho los textos, pero es difícil malinterpretar un lindo conejo sosteniendo un corazón".
Las calcomanías son el último eslabón en la evolución de símbolos en la comunicación digital. Hace tres décadas, Scott Fahlman, profesor de informática, propuso que la gente usara "esta secuencia de caracteres para indicar un chiste: :-)", un ejemplo inicial de lo que luego se conocería como "emoticones".
"Mi criatura comenzó como algo benigno pero se ha ido a áreas que no apruebo", asevera.

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